Un viaje a Chelín
(“Cerro pequeño”, en chono), una isla ubicada al sureste de Castro, a dos horas
de navegación, merece la pena. Además de bellas escenas marinas, atmosféricas e
insulares, y de la hospitalidad chilota, sale al encuentro una historia con más
de dos siglos.
La iglesia de Nuestra
Señora del Rosario, Patrimonio de la Humanidad, transmite una
misteriosa combinación de pasado y presente. De estilo neoclásico, fue construida
con madera de ulmo, tepa, canelo y alerce a fines del siglo XIX. Acoge una
antigua tradición religiosa que data del siglo XVIII, cuando se levantó una capilla para la conversión de los indígenas del lugar.
En 1888 ya había allí una parroquia con un sacerdote residente y
posteriormente llegaron misiones evangelizadoras.
Hoy, en el siglo XXI, Chelín
permite mayor comodidad a sus habitantes y mayor disfrute a sus turistas
mediante nuevas obras urbanas, especialmente la Costanera, en el sector bajo.
Hostal Entretenido
Chiloé participó activamente en una pasada invitación a Chelín y lo contó con algunas
imágenes. Y con muchas ganas de repetir la travesía.
Fuente histórica: uchile.cl
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